Respira y sigue adelante


En este articulo hemos recopilado para ti, que estas sobrellevando la pena de haber “roto” recientemente, los mejores consejos para que no caigas en el papelón de víctima o peor aun andes suplicando amor.

 



Ninguna ruptura es fácil incluso si tú fuiste el que tomó la iniciativa de terminar con la relación, hay cinco etapas del duelo por las que tendrás que pasar:

  • Negación

  • Ira

  • Negociación

  • Depresión

  • Aceptación


Estas son las formas naturales que tiene el corazón para sanar. Según Helena López Casares, autora del libro ¿Y a ti también te han roto el corazón? Nos detalla todo lo para sobrevivir a una ruptura y vivir para contarlo.


Lo que no debes hacer al terminar una relación


Llamar de inmediato a la otra persona

Mostrando la tristeza por la pérdida y una actitud víctima a la vez que “acaricias” la idea de que la otra persona pueda volver.

Dedicarte a salir e intentar escapar

Así evadir el dolor asociado a la ruptura, cuando en realidad lo que apetece es permanecer en casa y mantener una actitud de recogimiento.

Comenzar en seguida una nueva relación

Que es el preludio de un nuevo fracaso porque no se ha pasado por la fase aguda del proceso de ruptura y se van a exportar a la nueva pareja los problemas que llevaron a la ruptura con la anterior.

Rodearse de “malas” compañías

Cuando en estos momentos se requiere de soledad para dejar aflorar las emociones y no tener personas cerca que no respeten este proceso de duelo y que instan a dejarlo de lado, lo que impide reflexionar y sacar fruto de lo que está sucediendo.

Optar por conversaciones triviales

la conversación es la herramienta terapéutica por excelencia y tiene el poder de aliviar y sanar al hacer tangibles asuntos turbios para poder aclararlos. Sin embargo si la conversación es trivial se convierte en superficial.

No te ahogues en el dolor, respira



López Casares presenta a Infosalus la que considera la herramienta más sencilla y útil para manejar la situación en la fase aguda tras la ruptura: la respiración.

Siéntate de forma cómoda y lleva la atención hacia ti, a pesar de que lo que te pide el cuerpo es salir huyendo y evitar el dolor derivado de la ruptura.

Toma aire, algo más de lo que sueles tomar, retenenlo un momento y sueltalo con tranquilidad. Este ejercicio de respiración hace que se segregues hormonas del bienestar y liberes tensiones. Si te asaltan pensamientos indeseados obsérvalos como espectador y no entres en ellos.

Después de realizar 5 o 6 respiraciones concéntrate en tu cuerpo y lleva tu mano hacia la zona en la que sientas que existe más tensión y ahonda en su causa: ¿de qué está hecha esta tensión? ¿a qué otra situación de nuestra vida nos recuerda? ¿qué mensaje me da?.

Este masaje emocional y orgánico permite que se exprese todo aquello que estamos sintiendo ya que expresar es dejar que salga la presión del interior”, concluye la autora.